Convulsión Febril

Convulsión

La convulsión es un fenómeno neurológico que ocurre cuando el cerebro, que normalmente transmite impulsos eléctricos con un ritmo regular y predecible, produce ritmos eléctricos anormales, caóticos e impredecibles que generan una respuesta muscular incontrolable. La convulsión se manifiesta clínicamente por:

•Rigidez del cuerpo (tónico) o sacudidas musculares (clónico), que pueden ser generalizadas (todo el cuerpo de manera simétrica) o focalizadas (simplemente de una mano, una pierna o una combinación de brazos y piernas).
•Los ojos pueden desplazarse hacia atrás.
•Extensión del cuello (desplazamiento hacia atrás de la cabeza).
•Puede haber pérdida transitoria del control de esfínteres.

Las convulsiones pueden estar producidas por múltiples causas. En los niños la más frecuente es la convulsión febril típica, que afortunadamente es la más inofensiva de todas, por lo que es fundamental diferenciarla del resto de las convulsiones que pueden producir secuelas.

La convulsión febril típica no produce daño neurológico, no predispone a otro tipo de convulsiones, ni genera trastornos en el aprendizaje.




Convulsión febril

Entre un 4 y 6 % de los niños pueden sufrir una convulsión febril típica.
¿
Cómo diferenciarla de otro tipo de convulsión?
Los niños que sufren una convulsión febril típica suelen tener:
Edad: entre 6 meses y 5 años. La primera convulsión febril suele producirse en niños menores de 1 año ante el primer pico febril de más de 38*6.

No deben existir antecedentes personales de daño neurológico previo, sufrimiento fetal ni antecedentes familiares de enfermedades neurológicas.

Características de la convulsión: Tónico-clónico generalizada (rigidez y sacudidas de todo el cuerpo)
Duración: De pocos segundos hasta 10 minutos.
Recuperación: luego de un período de somnolencia de aproximadamente 30´(período post-ictal) la recuperación debe ser completa, sin ningún tipo de secuela (falta de movilidad de algún miembro, desviación de la comisura de los labios, lentitud del habla, etc)

Aparición ante el primer pico de fiebre alta durante un proceso infeccioso o luego de alguna vacunación.


En cambio si presenta alguna de las siguientes características:
Menor de 6 meses o mayor de 5 años.
Aparición sin fiebre o con fiebre menor de 38*5.
Antecedentes personales de lesión neurológica o sufrimiento fetal o antecedentes familiares de epilepsia o enfermedades neurológicas.
Convulsión atónica, focalizada, parcial o compleja.
Duración mayor a 10 minutos.
Recuperación incompleta con alguna secuela motora o intelectual.
Repetición dentro del mismo proceso febril.


Se debe diagnosticar una convulsión atípica y debe ser medicado con anticonvulsivantes, internado y diagnosticar la causa para realizar el tratamiento más adecuado.


La convulsión febril típica es un fenómeno madurativo que desaparece con la maduración normal del sistema nervioso, sin dejar secuela.



¿Qué hacer ante una convulsión febril?

La primera convulsión febril suele aparecer luego de los 6 meses de edad, durante una infección respiratoria, una otitis media o una eruptiva viral. La temperatura suele subir de manera muy brusca, sin dar tiempo a darle ninguna medicación. La mayoría de las convulsiones ocurre dentro de las primeras 24 horas de una enfermedad y no necesariamente cuando la fiebre está en su punto más alto. Muchas veces, la convulsión es el primer signo de fiebre.

•Proteger al niño, ya que durante una convulsión puede golpearse sobre una superficie dura, por lo tanto hay que colocarlo en una cama o una superficie suave.

•No introducirle ningún objeto forzosamente en la boca para prevenir que se muerda la lengua, ya que pueden producirse lesiones.

•Hay que tratar de asegurar que pueda respirar en forma adecuada introduciendo suavemente un objeto en la boca para tratar de separar la dentadura, de manera que permita una buena respiración y extender la cabeza hacia atrás y colocarla de lado, para evitar que se aspire si vomita.

•No se debe tratar de detener los movimientos de la convulsión.

•No se debe administrar nada por la boca para bajarle la fiebre ya que no puede tragar


Una vez finalizada la convulsión se debe hacer una consulta con un pediatra para confirmar que se trató de una convulsión febril típica, y diagnosticar la causa de la fiebre y en caso de ser posible tratarla.

Más de la mitad de los niños mayores de 1 año que presentaron una convulsión febril, no lo volverán a hacer nunca más aunque tengan fiebre repetidamente.


Como la convulsión febril típica no genera ningún tipo de daño neurológico, no predispone a la epilepsia ni a otro tipo de convulsiones, no genera trastornos del aprendizaje ni alteraciones del coeficiente intelectual y, como se trata de un fenómeno madurativo sin consecuencias que desaparece con la maduración normal del Sistema Nervioso Central, no se debe realizar ningún tipo de tratamiento anticonvulsivante.

Debés tener antitérmicos con las dosis actualizadas para el peso de tu hijo. Se recomienda comenzar con dipirona que es al antitérmico más efectivo y se puede administrar cada 6 horas. Antiguamente se utilizaba un esquema intercalando dos antitérmicos cada 3 horas, pero ahora se demostró que esto disminuye el efecto de los antitérmicos, por lo que recomiendo reservar al segundo antitérmico sólo para los momentos de fiebre más rebelde (entre las 20 y 24 horas). Los baños con agua tibia para ayudar a disipar la temperatura también son efectivos y ayudan a mantener la temperatura más baja.


Más info sobre cuidados de la fiebre.

El electroencefalograma de un chico que sufrió una convulsión febril típica es siempre normal.
La mayoría de los padres de chicos que atendí con convulsiones febriles típicas me relataron que se trató del episodio más traumático que sufrieron en su vida y que en algún momento sintieron que la vida de su hijo corría peligro.

Ante esta situación considero que realizar una consulta con un neurólogo infantil o un electroencefalograma (aunque médicamente no se justifique) puede llevar tranquilidad a los padres.

Si un menor de 1 año presentó una segunda convulsión febril, es de suponer que tiene una predisposición mayor a sufrir convulsiones y que éstas recurrirán ante cada cuadro febril. Entonces, algunos neurólogos infantiles recomiendan dar diazepam ante cada cuadro febril. Esta droga es un tranquilizante y anticonvulsivante. Es importante tener en claro que en este caso la medicación no está curando nada, simplemente tapa las manifestaciones clínicas de la convulsión, ya que la inmadurez del cerebro (sobre todo del centro regulador de la temperatura) permanece inalterada.

Los chicos mayores de 1 año que en alguna oportunidad presentaron un pico febril de más de 39* y no sufrieron una convulsión febril, es muy improbable que alguna vez vayan a sufrirla.
fuente: pediatriaenfamilia

1 comentario:

  1. Hola,
    Mi nombre es Juan Carlosy soy de Mexico, estiy verdaderamente preocupado por mi pequeno de 5 anos quien en diciembre pasado tuvo 2 convulsiones febriles, el dia 4 y el dia 22. Efectivamente es la experiencia mas traumatica porque pense que mi nino moriria. El tuvo una infeccion fuerte llamada Faringoamigdalitis y tuvo fiebres muy rudas y durante 2 de ellas fue que convulsiono. Estoy realmente preocupado ya que tambien tuvo otra convulsion cuanfo tenia 18 meses y ahora le ha prescrito Valrpoato y le van a hacer estudios de sangre y radiografias de la cabeza. Leyendo su articulo aunque mencionan que el nino no sufrira dano des pues de estas convulsiones me angustia que el caso de mi hijo sea diferente y que el realmente tenga algun dano o incluso epilepsia, que me podrian aconsejar? Saludos y gracias.

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